“Este infeliz, hijo de puta” no tenía que “quitarle el derecho a la vida de mi marido”. En medio de un desconsolador llanto y con fuerte recriminación hacia el acusado, Silvia Guzmán, la viuda de Cesar Osvaldo Morte, fue la primera testigo que prestó declaración en la jornada de juicio oral y público que se le sigue a Patricio Edgar Benítez, acusado de haber asesinado a Morte, luego de enterarse que éste mantenía una relación sentimental con su mujer.
Según acaba de difundir la emisora FM Líder, el acusado Benítez se negó a hacer uso del derecho de declarar en indagatoria, por lo tanto se dio curso a la prueba testimonial y la primera en hacerlo fue la viuda de Morte.
La víctima tenía un taller mecánico, estaba casado con Silvia Guzmán y tenía dos hijas. Era amigo de Benítez y mantenía una relación amorosa con la esposa de éste último. El domingo 3 de agosto, del año pasado, Morte le explicó a su mujer que tenía que ir a su trabajo para lavar una camioneta y hacerle el service. Sin embargo, horas mas tarde, en vez de aparecer su marido llegó personal policial para comunicarle que su esposo había sido asesinado.
La testigo recriminó al acusado, a viva voz y en tono desgarrado que “este infeliz, hijo de puta me ha arruinado la vida. Estoy hasta el día de hoy con tratamiento psiquiátrico” y señaló que no “hay forma que pueda entender” por qué mató a su marido, si a quien tenía que recriminar algo era a su esposa.
“Como adultos que somos las infidelidades se perdonan o no. Cada uno sigue su camino, pero no quitarle la vida”, dijo Guzmán, en medio de un desgarrador llanto y en reclamo de que se haga justicia, por quien “era mi compañero, quien si algún día no quería estar conmigo me lo hubiera dicho”.
El asesinato de Morte ocurrió el 3 de agosto de 2014, en Río Grande. El acusado se había enterado que la víctima mantenía una relación amorosa con quien era su mujer y a través de mensajes de texto, vía celular de su esposa, lo hizo comparecer hasta su domicilio donde lo esperó armado con un arma blanca, con la cual le asesto una puñalada en el abdomen, provocándole una herida fatal.
En el requerimiento fiscal acusatorio, el doctor Fernando López Oribe atribuye al acusado el haber provocado la muerte de Morte -apodado “Trivilin”-, mediante la aplicación de una puñalada en el cuerpo, específicamente una herida en el sector del abdomen, lo que generó en la víctima un shock hipovolémico a raíz de lo cual falleció posteriormente en el Hospital Regional.