Un total de 10.400 dólares en billetes falsificados fueron los incautados por la PDI tras la detención de los ciudadanos argentinos Raúl Burgos y Claudio Marcelo de Vita, quienes fueron denunciados la tarde del viernes por intentar realizar una transacción en una casa de cambios. De Vita reclamó inocencia, asegurando que no sabía que el dinero era falso.
Por infracción a la ley de bancos fueron formalizados ambos ciudadanos extranjeros, quienes viajaron desde Río Gallegos a nuestra ciudad para hacer un giro internacional a Colombia, donde reside la esposa de De Vita, quien con el dinero compraría pasajes para un crucero familiar.
Lo anterior fue detallado, en extenso, por el propio imputado, quien aseguró en la audiencia de formalización, que se vio envuelto en la situación desconociendo completamente la ilegalidad en la que incurría, dado que el dinero se lo había entregado una amistad, quien, mientras el imputado estaba de viaje, reunía rentas que le correspondían a De Vita.
“Señor juez, me llamó y me dijo que le estaban vendiendo dólares baratos, le dije que comprara cuantos pudiera (…) cuando me entregó el dinero ¿qué me iba a poner a revisar uno por uno los billetes?”, expuso el ciudadano transandino.
Pese a eso, el fiscal Oliver Rammsy solicitó que se impusiera el arraigo nacional para los imputados, a fin de asegurar que continúe el proceso en su contra, detallando que, al menos en el papel, este delito tiene una pena asociada de hasta 3 años de prisión. Pese a la oposición de la defensa, el juez Pablo Miño acogió la solicitud, aunque fijó una caución (fianza) de 2,5 millones de pesos por cada imputado, en caso que deseen retornar a su país, pero debiendo comparecer a las audiencias del proceso, a riesgo de que en caso de no asistir, se emane una orden de detención.
Tras la audiencia, De Vita nuevamente reclamó su inocencia, asegurando desconocimiento del hecho, enfatizó en haber pecado de exceso de confianza, y recalcó que Burgos, quien lo acompañó, no tuvo nada que ver en lo ocurrido.
En la fotografía de José Villarroel, se muestra el momento en que los imputadRaúl Burgos y Claudio Marcelo de Vita (al frente de la imagen) fueron trasladados por la PDI al Centro de Justicia.